El “progreso” social tan publicitado por los regimenes neoliberales no existe. Y no es necesario acudir a los críticos más enconados para descubrir la mentira. Evangélicamente podríamos decir; “Por sus datos les conoceréis”.
Y aprovechando que ayer se celebró el “Día internacional de la Diabetes”, basta echar un vistazo a los números del sexenio inmediato anterior, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición es un documento que pese al maquillaje groseramente untado, muestra la miserable realidad, que en materia de salud pública exhibimos un vergonzoso nivel de desatención, que nos permite competir con otras economías como el Congo, Dominicana, El Salvador, Vietnam, etc.
La diabetes se ha convertido en la causa de muerte número uno en nuestra sociedad. Los anuncios publicitarios del sector salud, aceptan que 12 millones de mexicanos padecen esta enfermedad metabólica. Para entender los por qués y los comos de este impacto resulta interesante leer la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT 2006), que a la lectura crítica se muestra como una confesión de incapacidad para afrontar esta parte de las necesidades sociales.
En la sección Introducción del mencionado documento oficial, el Dr. Jaime Sepúlveda, Coordinador General en ese entonces de los Institutos Nacionales de Salud hace entre otras, la siguiente confesión:
“…Una de las conclusiones inmediatas de la encuesta actual es el avance que ha habido en las coberturas de los servicios de salud, como parte del Sistema de Protección Social en Salud, cuya acción ha beneficiado principalmente a los hogares que viven en condiciones de pobreza extrema.
En el 2000, los datos obtenidos mostraban a 59.3% de la población sin cobertura de salud. Hoy este número se ha reducido a 51.4%. Esto gracias, entre otras cosas, al Seguro Popular, que cuenta con una penetración de 10.8% a nivel nacional. Pero queda mucho por avanzar para ofrecer una cobertura universal.
Los esquemas de vacunación en diferentes rangos de edades sobrepasan 90%; la cobertura de programas de cáncer de mama en mujeres de 40 a 69 años, aunque persiste a la baja, es hoy de 21.6%, casi el doble que en 2000; la detección de diabetes ha pasado de 10.5 a 22.2%, mientras que la de hipertensión arterial pasó de 13.4 a 22.7%; también importante fue el avance en la detección temprana de cáncer cervicouterino, que pasó de 27.4% en 2000 a 36.1% en 2005…”
Es decir, se reconoce que al menos la mitad de la población no tiene cobertura alguna de salud. Con este dato, resulta poco creíble la cifra que menciona a 12 millones de enfermos de diabetes; y el inmediato posterior que exhibe los niveles de detección de 10.5 % en el año 2000, al 22.2% en 2006. Es decir, estas cifras corresponden exclusivamente a la mitad de la población que si tiene algún tipo de acceso a la cobertura de salud.
Y aprovechando que ayer se celebró el “Día internacional de la Diabetes”, basta echar un vistazo a los números del sexenio inmediato anterior, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición es un documento que pese al maquillaje groseramente untado, muestra la miserable realidad, que en materia de salud pública exhibimos un vergonzoso nivel de desatención, que nos permite competir con otras economías como el Congo, Dominicana, El Salvador, Vietnam, etc.
La diabetes se ha convertido en la causa de muerte número uno en nuestra sociedad. Los anuncios publicitarios del sector salud, aceptan que 12 millones de mexicanos padecen esta enfermedad metabólica. Para entender los por qués y los comos de este impacto resulta interesante leer la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT 2006), que a la lectura crítica se muestra como una confesión de incapacidad para afrontar esta parte de las necesidades sociales.
En la sección Introducción del mencionado documento oficial, el Dr. Jaime Sepúlveda, Coordinador General en ese entonces de los Institutos Nacionales de Salud hace entre otras, la siguiente confesión:
“…Una de las conclusiones inmediatas de la encuesta actual es el avance que ha habido en las coberturas de los servicios de salud, como parte del Sistema de Protección Social en Salud, cuya acción ha beneficiado principalmente a los hogares que viven en condiciones de pobreza extrema.
En el 2000, los datos obtenidos mostraban a 59.3% de la población sin cobertura de salud. Hoy este número se ha reducido a 51.4%. Esto gracias, entre otras cosas, al Seguro Popular, que cuenta con una penetración de 10.8% a nivel nacional. Pero queda mucho por avanzar para ofrecer una cobertura universal.
Los esquemas de vacunación en diferentes rangos de edades sobrepasan 90%; la cobertura de programas de cáncer de mama en mujeres de 40 a 69 años, aunque persiste a la baja, es hoy de 21.6%, casi el doble que en 2000; la detección de diabetes ha pasado de 10.5 a 22.2%, mientras que la de hipertensión arterial pasó de 13.4 a 22.7%; también importante fue el avance en la detección temprana de cáncer cervicouterino, que pasó de 27.4% en 2000 a 36.1% en 2005…”
Es decir, se reconoce que al menos la mitad de la población no tiene cobertura alguna de salud. Con este dato, resulta poco creíble la cifra que menciona a 12 millones de enfermos de diabetes; y el inmediato posterior que exhibe los niveles de detección de 10.5 % en el año 2000, al 22.2% en 2006. Es decir, estas cifras corresponden exclusivamente a la mitad de la población que si tiene algún tipo de acceso a la cobertura de salud.
La diabetes es una enfermedad de origen metabólico;
pero ¿Qué es el metabolismo? El origen de la palabra metabolismo viene de la voz griega metabolé que quiere decir cambio, transformación.
Para muchos organismos, incluyendo al hombre; la materia y la energía son suministradas por ciertas sustancias orgánicas como carbohidratos, proteínas, grasas, que sufren algunas transformaciones para ayudar a los organismos a cumplir sus funciones vitales. A estas transformaciones se les denomina como metabolismo por lo tanto, metabolismo se podría definir como el conjunto de cambio de sustancias y transformaciones de energía que tiene lugar en los seres vivos.
Para muchos organismos, incluyendo al hombre; la materia y la energía son suministradas por ciertas sustancias orgánicas como carbohidratos, proteínas, grasas, que sufren algunas transformaciones para ayudar a los organismos a cumplir sus funciones vitales. A estas transformaciones se les denomina como metabolismo por lo tanto, metabolismo se podría definir como el conjunto de cambio de sustancias y transformaciones de energía que tiene lugar en los seres vivos.
Y la Wikipedia, para los que no me crean, lo resume así;
El metabolismo es el conjunto de reacciones y procesos físico-químicos que ocurren en una célula. Estos complejos procesos interrelacionados son la base de la vida a nivel molecular, y permiten las diversas actividades de las células: crecer, reproducirse, mantener sus estructuras, responder a estímulos, etc.
El metabolismo es el conjunto de reacciones y procesos físico-químicos que ocurren en una célula. Estos complejos procesos interrelacionados son la base de la vida a nivel molecular, y permiten las diversas actividades de las células: crecer, reproducirse, mantener sus estructuras, responder a estímulos, etc.
La mayor parte de lo que comemos se convierte en glucosa (una forma de azúcar), la cual funciona como fuente de energía para las células del cuerpo. El páncreas, un órgano situado cerca del estómago, produce una hormona llamada insulina. La insulina ayuda a que la glucosa llegue a todas las células del cuerpo.
Pero en las personas con diabetes, el cuerpo no produce suficiente insulina, o no la produce en absoluto. En otros casos de diabetes, el cuerpo no puede usar su propia insulina adecuadamente. En cualquier evento, si se presenta la diabetes, el resultado es que la glucosa (azúcar) se acumule en la sangre.
La diabetes afecta el proceso de nutrición a nivel celular. Las células se nutren mediante un nutriente llamado GLUCOSA, éste nutriente es introducido a la célula mediante una hormona producida en el páncreas, la Insulina.
La acumulación de glucosa en la sangre puede ocasionar varios problemas, como la ceguera, insuficiencia renal o daño a los nervios. Además, la glucosa en sangre alta puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Se diagnostica como diabético al paciente que padece la incapacidad de reducir la glucosa debido a las siguientes razones:
*La falta de producción de insulina. (Diabetes Mellitus Tipo I)
*La insuficiente producción de insulina, o de mala calidad. (Diabetes Mellitus Tipo 2).
El diagnóstico debe basarse en lecturas de glucosa en sangre, mediante análisis clínicos; dos lecturas de más de 130 en muestras tomadas en ayunas; y de 200 en muestras postprandiales (2 horas después de la ingesta de alimentos)
La Diabetes tipo 1, que también se llama diabetes insulino-dependiente, se diagnostica generalmente durante la infancia. En la diabetes tipo 1, el páncreas produce poca insulina, o no la produce en absoluto, por lo que requiere de inyecciones diarias de insulina. Entre 5 y 10 por ciento de todos los casos conocidos de diabetes son del tipo 1.
La Diabetes tipo 1, que también se llama diabetes insulino-dependiente, se diagnostica generalmente durante la infancia. En la diabetes tipo 1, el páncreas produce poca insulina, o no la produce en absoluto, por lo que requiere de inyecciones diarias de insulina. Entre 5 y 10 por ciento de todos los casos conocidos de diabetes son del tipo 1.
La forma más común es la Diabetes tipo 2, que también se llama diabetes no dependiente de insulina. Aunque ésta generalmente se presenta en los adultos de edad mediana, los adolescentes y los adultos jóvenes también están desarrollando diabetes tipo 2 a una velocidad alarmante. Entre 90 y 95 por ciento de los casos de diabetes son del tipo 2. Este padecimiento se desarrolla cuando el cuerpo no produce suficiente insulina y, además, no utiliza la cantidad de insulina disponible con eficiencia (resistencia a la insulina).
La diabetes tipo 2 se puede controlar mediante la dieta, el ejercicio y medicamentos orales o insulina para ayudar a controlar el azúcar en sangre.
Los antecedentes familiares son un factor de riesgo muy importante de tener diabetes tipo 2, al igual que la obesidad y la falta de actividad física.
Los factores de riesgo para desarrollar Diabetes Mellitus tipo 2 son:
*El exceso de peso/ la obesidad
*Inadecuada alimentación
*La edad avanzada
*Antecedentes familiares de diabetes
*Diabetes durante el embarazo
*Falta de actividad física
*Raza (afro americano, latino/hispano o nativo americano).
*Inadecuada alimentación
*La edad avanzada
*Antecedentes familiares de diabetes
*Diabetes durante el embarazo
*Falta de actividad física
*Raza (afro americano, latino/hispano o nativo americano).
Los principales síntomas de la Diabetes son:
*Orinar frecuentemente (Poliuria)
*Sed excesiva (Polidipsia)
*Hambre excesiva (Polifagia)
*Pérdida de peso sin explicación
*Cambios repentinos en la visión
*Hormigueo o falta de sensación en las manos o los pies
*Sentirse muy cansado gran parte del tiempo (fatiga)
*Piel muy reseca
*Cortadas y llagas que tardan mucho en sanar o que se infectan más de lo usual
*Irritabilidad
*Sed excesiva (Polidipsia)
*Hambre excesiva (Polifagia)
*Pérdida de peso sin explicación
*Cambios repentinos en la visión
*Hormigueo o falta de sensación en las manos o los pies
*Sentirse muy cansado gran parte del tiempo (fatiga)
*Piel muy reseca
*Cortadas y llagas que tardan mucho en sanar o que se infectan más de lo usual
*Irritabilidad
Y ahora que hemos entendido el problema, debemos sumar otro dato gubernamental a nuestro dicho; “Ocho de cada diez mexicanos se encuentran en obesidad” dato súper publicitado por el IMSS y que ha dado pie a la llamada Cruzada Nacional contra la Obesidad. Cuando se consultan datos de España que muestran que 40% de la población obesas padece, sin haber sido diagnosticada, diabetes mellitus tipo 2; el panorama que se vislumbra es terrorífico.
*¿Cuántas horas de trabajo productivo se pierden por esta enfermedad?
*¿Cuánto dinero cuestan los pacientes diabéticos que tienen la fortuna de tener alguna cobertura de salud?
*¿Cuál es el impacto de la enfermedad en la población que carece de algún tipo de cobertura de salud?
En el panorama menos doloroso, la enfermedad impactará sin piedad alguna a los que menos tienen, a las clases desprotegidas; quienes en el mejor de los casos nunca se enterarán de las causas de sus males. Y en este gran estrato social (50% de la población, sugún la ENSANUT 2006), el diagnóstico de la enfermedad significará una sentencia de muerte anticipada, con el deterioro y la crueldad que anteceden al desenlace, sin tener acceso a ningún tratamiento o paliativo que disminuya el sufrimiento.
Existen tres constantes en el disparo de la prevalencia de ésta enfermedad:
1.- La susceptibilidad de la raza latina a la enfermedad.
2.- La importación y publicitación de formas alimentarias dañinas (Fast Food)
3.- La adaptación de la pirámide alimentaria a los intereses de mercado.
Se ha identificado una debilidad genética en la raza latinoamericana que permite el desarrollo de la enfermedad, por encima de los porcentajes de otras razas.
Las formas alimentarias de la llamada “comida rápida” que se basan en el aumento de la combinación de harina + grasa y azucares (hamburguesas, papas o pollo frito, refrescos, etc.) y que junto con la truculenta “Pirámide Alimentaria” que propone como base a los cereales, panes y harinas (de 9 a 11 raciones x día), han disparado los índices de obesidad en México.
Esta pirámide alimentaria fue “perfeccionada” en la década de los 50 por las empresas norteamericanas (básicamente Kellog y Post) comercializadoras de cereales y que implantaron la falsa idea de que la combinación de harinas (cereal), leche (grasa) y azúcar eran básicos para una alimentación sana, idea que de inmediato fue adoptada como estrategia de mercado en México por las grandes productoras y comercializadoras de pan y harinas.
Idea ésta que incluso fue acogida e impulsada por las antiguas escuelas de nutrición, en perjuicio de la población; lo que ha dado motivo al que esto escribe para poner en duda la capacidad profesional de los dietístas o nutriologos que ahora pululan en este país.
La experiencia nos ha mostrado que la base de dicha pirámide en la alimentación latina, deben ser las verduras y las frutas (de 6 a 12 porciones por día), dejando para los hidratos de carbono el tercer nivel (de 4 a 6 porciones por día) en la misma proporción que los lácteos y los cárnidos.
Diversos estudios han demostrado lo anteriormente expuesto, sin embargo el gobierno y su secretaria de salud han permanecido silentes ante estos hechos. Anteriormente en estas páginas habíamos escrito sobre la importancia de enriquecer la tortilla, producto de consumo masivo, con harina de pescado, y del impacto positivo a mediano plazo en el combate y abatimiento del índice de desnutrición que flagela a nuestro país, con las grandes ventajas que esto significa para el sano desarrollo de nuestras sociedades. Niños mejor nutridos, producirán cerebros mayor capacitados (aprovechamiento de la educación), la única forma viable de mejorar el nivel socioeconomico de nuestro país y hacer posible el anhelo de confort y felicidad.
Me parece que ante la confesión del Estado de carecer de recursos para proporcionar cobertura de salud a sus representados, quizá haya llegado el momento de tazar a las industrias cómplices de la mala nutrición con un porcentaje de sus utilidades, para dedicarlo a la atención inmediata de las urgencias sanitarias de este país.
Pero en tanto eso sucede, sí es que alguna vez llega a suceder…
la mejor opción para aquellas personas que se encuentran en zona de riesgo para contraer diabetes;
*1.- cuidar su alimentación
*2.- cuidar de su peso
*3.- e iniciar una actividad física disciplinada.
1.- un tercio del tratamiento lo representa la medicación,
2.- otro tercio es la alimentación
3.-y la tercer parte del tratamiento la representa el ejercicio.
**Todo tratamiento resultará insuficiente sí le falta cualquiera de estos tres factores.
Cuiden de salud estimados lectores!
5 comentarios:
La diabetes se ha convertido en un mal universal, una enfermedad tanto de ricos como de pobres.
Tengo que releer este post. Muy interesante lo de la pirámide. O sea que nos han estado matando lentamente con la bimbopirámide.
Me siento culpable porque dejé mis pesas. Volveré a caminar.
¡Saludos!
Que triste¡¡, me gustó y por igual voy a darle una releida, gracias por la info tan interesante como siempre. Y es buena una checadita con dr., ya me hiciste pensar.
Saludos infinitos. Y un enorme abrazo para ti y la dra. Monik.
Solo admirando tu cuidadosa critica.
Un abrazo amigo
Gab
P.D. Estoy en San Diego, California disfrutando del amor
hay mucha desinformacion en este respecto, y, anque algunos amigos me han criticado, yo adopté casi totalmente el pensamiento de un librito llamado "la dieta de la zona" donde mas o menos habla en los mismos términos de tu post: disminuir radicalmente las engordinas, es decir panes, nieves, vacitos de elote, pasteles, coca colas, cervezas, o sea todo lo que comen los guzgos, todo lo que son antojitos. tambien eliminar por completo las grasas saturadas: la crema del pastel, las galletas Oreo, etc. Aumentar las proteinas, y, controversialmente, no tenerle miedo a las grasas (monoinsaturadas y omega-3, claro). Pero como ya lo dije, la base del problema es desinformación, muy mala educación alimentaria (y sin duda un componente importante es nuestro tercermundismo).
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